Estos días se ha procucido un golpe de estado en la República Centroafricana. La violencia vuelve a aumentar en este país africano y a la par, aumenta la persecución a la Iglesia.
Desde una perspectiva meramente humana los testimonios de tantos misioneros
pueden resultar incompresibles. Hay que interpretarlos desde la muerte y
resurrección de Cristo, que en estos días vamos a celebrar. En palabras del
Papa Francisco, sin la cruz no somos discípulos del Señor. He ahí la clave para
entender la alegría y la esperanza cristianas: aún a través del sufrimiento y
la desolación el Señor vence. La humanidad de Monseñor Aguirre, obispo comboniano, nos lo demuestra en este testimonio:
El Obispo de
Bangassou, Monseñor Juan José Aguirre ha explicado en 'La Tarde' como están
viviendo el golpe de estado de los rebeldes en Bangui, capital de República
Centroafricana. "Los tiros son mi decorado desde hace 34 años, pero
vivo aquí para estar con los pobres, para sentarme con ellos y contar sus
lágrimas”, afirma este misionero.
Monseñor
Juan José Aguirre nos ha contado como desde hace semanas está atrapado en
Bangui, capital de la República Centroafricana, después de que el pasado 11
de marzo los rebeldes saquearan Bangassou, “donde está su casa y su
gente”. “Estoy totalmente bloqueado, esperando que las cosas se
tranquilice y que alguien tome el orden en este país para que hagan la carrera
que me lleve de vuelta a Bangassou, donde mi gente lleva más de 20 días sin
verme” tras el brutal saqueo.
Con el sonido de los disparos de fondo, este misionero nos ha contado
“el golpe de estado” sufrido en la jornada del domingo en Bangui y nos ha
trasladado el sufrimiento y la violencia por la que está pasando la
población. “Mi casa está justamente detrás del Palacio Presidencial que este
domingo fue tomado por los rebeldes de la Séléka que impusieron al nuevo
presidente”. "En medio de la misa del domingo de Ramos entraron en la
Catedral y lanzaron tiros al techo para obligar a todos los presentes a darles
las llaves de sus coches", ha asegurado.En declaraciones a 'La Tarde', Monseñor Aguirre ha explicado que La Séléka “está formado por cinco grupos de rebeldes en el norte del país que se han unido para formar uno solo”. “Han atacado el país desde el norte apoyados por otros grupos islamistas fundamentalistas de El Chad”. Para Aguirre, "todas las guerras comienzan con saqueos como si fuese una especie de premio para los que han ganado. Eso es lo que estamos viviendo aquí". Además, ha añadido que "han desaparecido más de 200 coches de las casas de religiosos de la Conferencia Episcopal y también han cargado contra el comercio de los libaneses". "Es curioso que no ataquen a musulmanes", matizaba.
El obispo de
Bangassou se ha señalado que en un futuro “los problemas políticos se
arreglarán”, ya que algún país le dará el favor a Centroáfrica,
seguramente China pero "los saqueos sistemáticos de ayer"
hicieron que muchas ONGs y muchos organismos de la UE perdieran todo, por lo
que se retirarán”. "Si Centroáfrica era el país más pobre del mundo ahora
nos hundiremos más”, “pero yo seguiré aquí, con los pobres, con los
huérfanos, con los enfermos de sida en fase terminal”, ha continuado
Juan José, “los tiros son mi decorado desde hace 34 años, pero vivo aquí
para estar con los pobres, para sentarme con ellos y contar sus lágrimas”.
“Hoy nos toca llorar muchísimo, cuando pase la tormenta, estaremos más tranquilos”, ha afirmado
“Hoy nos toca llorar muchísimo, cuando pase la tormenta, estaremos más tranquilos”, ha afirmado
Fuente: Beatriz Pedraza, J.L. Restán –www.cope.es
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