domingo, 20 de enero de 2019

Confesiones cristianas y ecumenismo.

   Del 18 al 25 de enero se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El propósito es orar para que se restablezca la unidad de todas las confesiones cristianas. Esto es lo que busca el movimiento ecuménico con actividades de la Iglesia encaminadas a restablecer la plena unidad de todos los cristianos: es decir, de aquéllos que han recibido válidamente el sacramento del bautismo e «invocan al Dios Trino y confiesan a Jesucristo como Señor y Salvador» (UR 1) . Con las actividades ecuménicas se pretende que, «superados todos los obstáculos que impiden la perfecta comunión eclesiástica, todos los cristianos se congreguen en una única celebración de la Eucaristía, en orden a la unidad de la una y única Iglesia» (UR 4). (UR: Decreto Unitatis redintegratio (la restauración de la unidad) sobre el Ecumenismo. Vaticano II).

   El Movimiento Ecuménico comenzó oficialmente con el Congreso Misionero de Edimburgo (Escocia) en 1910. Surgió en un ambiente protestante y en un contexto misionero, por la necesidad de presentar un frente unido en los países paganos.

   Pero ¿Cuáles son las diferentes confesiones cristianas


   Una de cada tres personas en el mundo es cristiana, por lo que es la religión más extedida  con 2400 millones de seguidores. Las cuatro ramas más importantes del cristianismo son el catolicismo (1300 millones de adherentes), el protestantismo (920 millones), la Iglesia ortodoxa (270 millones) y las Iglesias ortodoxas orientales (86 millones).




   Los cristianos católicos tienen su cabeza en el Papa, al que también siguen las iglesias orientales, como la copta de Egipto y Etiopía y las de Serbia, Bulgaria, Rumanía, etc. Los cristianos ortodoxos, separados desde el Cisma de Oriente de 1054, son independientes de Roma. Se dividen en dos ramas: la Iglesia griega, cuyo patriarca está en Constantinopla, y la eslava, al frente de la cual está el patriarca de Moscú.

El otro gran grupo de cristianos es el de los protestantes, surgidos tras el cisma de Lutero, Calvino y Zuinglio, que practican la libre interpretación de las Escrituras y justifican su salvación a través de la fe. Enrique VIII se separó de ella en 1529 y fundó la Iglesia anglicana, cuya máxima autoridad es la reina de Inglaterra.

   Posteriormente se creó un sinnúmero de ramificaciones a ambos lados del Atlántico, como los episcopalianos -rama de los anglicanos en América-, mormones, baptistas, cuáqueros, evangelistas, testigos de Jehová, etc... hasta un número de centenares de denominaciones cristianas. (RCN).





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