El trabajo infantil, en todas sus formas, constituye un atentado contra los
derechos fundamentales de la infancia. El trabajo infantil es un flagelo que marca a sus víctimas para el resto de sus
vidas. El niño que trabaja se aleja de la escuela, pierde tiempo de juego, ver
pervertida su red de relaciones y sufre presiones propias de la vida adulta a
una edad en la que no está preparado para gestionarlas. Esta carga, conviene no
olvidarlo, constituye una pérdida de derechos tal que resulta vergonzante para
la comunidad internacional en su conjunto el hecho de que la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) deba consagrar la actual edición del Día
Mundial contra el Trabajo Infantil al derecho de todos los niños a ser
protegidos del trabajo infantil y de otras violaciones de sus derechos
fundamentales.Bajo el lema “Derechos humanos y justicia social: ¡erradiquemos el trabajo infantil!”, la OIT celebra la décima edición del Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Las estimaciones más recientes hablan de una realidad preocupante, con cerca de 215 millones de niños y niñas que siguen siendo víctimas de la explotación laboral en todo el mundo. Se trata de un desafío en toda regla a la vigencia de los derechos humanos, los cuales, por otra parte, no disfrutan de su momento más álgido a raíz de las medidas adoptadas para combatir la crisis. (sigue abajo...)
Más información
• Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
• Combatir el trabajo infantil.
• Campaña IE Una hora contra el trabajo infantil.
• Hoja de ruta contra el trabajo infantil (en pdf).
Fuente: Profes.net (Alejandro Feijóo)
VIDEO: Solidaridad contra el trabajo infantil-883
La fuerza de un Convenio
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En este contexto, la OIT esgrime algunas herramientas que contribuirían a reducir el número de niños trabajadores. Una de ellas es una hoja de ruta para la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para el 2016, aprobada en 2010, la cual señala que el trabajo infantil constituye un obstáculo para el desarrollo de los derechos de la infancia. Otros documentos reivindicados por la OIT son los propios convenios de la organización, que cuentan con una tasa de ratificación inédita en otros documentos transnacionales. Por ejemplo, el Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil se encuentra ratificado por el 95% de los Estados miembros de la OIT.
Sin embargo, parece claro que el ritmo de avances a golpe de Convenio resulta algo débil. Por ello existen algunas medidas propuestas por la OIT que permitirían avanzar en el terreno de los derechos. Por ejemplo, garantizar mundialmente la correspondencia entre la edad mínima para comenzar a trabajar y la edad de la finalización de los estudios obligatorios. Actualmente solo en seis de cada diez países se corresponden ambos momentos.
Por su parte, la federación de sindicatos docentes Internacional de la Educación (IE) ha lanzado su propia campaña contra el trabajo infantil. Se denomina “Una hora contra el trabajo infantil” e intenta llevar el tema al aula y a las salas de profesores mediante una acción conjunta. Para ello, la IE ha elaborado una propuesta didáctica dirigida a alumnos desde segundo ciclo de Educación Primaria que consiste en discusiones y trabajos grupales a partir de una serie de aserciones ante las cuales los niños han de posicionarse.
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