Estos días -a raíz de las declaraciones del secretario general del PSOE, diciendo que quitará la religión de la escuela si ganas las próximas elecciones- se han publicado múltiples artículos sobre la presencia o no de la religión en la escuela. Ofrecemos aquí los enlaces a algunos que nos han parecido interesantes. En especial el que
a continuación se incluye publicado hoy mismo en
periodistdigital.com.
- Docentes en piede guerra ante el PSOE: “No vamos a permitir ninguna prohibición en Religión”
- ¿Ateos o ignorantes?
- La Religión y la crisis de identidad del PSOE
- Religión en la Escuela: ¿mirar a Francia? mejor a Finlandia
Sr. Pedro Sánchez: Religión en la escuela, ¡SÍ!
- Comisario europeo de Educación: «Hayque garantizar el derecho a elegir la asignatura de Religión»
- Francisco Vázquez asegura que'NINGÚN CATÓLICO puede votar al PSOE'
- 5 razones para mantener laasignatura de religión en las escuelas españolas
- En este blog. Elige RELIGIÓN, motivos no nos faltan
A vueltas con la enseñanza de la Religión
(Antonio Salas Ximelis).-
En la portada de El Mundo nos desayunamos con la solución a todos los problemas
educativos de España que llevará el PSOE en su Programa Electoral: eliminar
la Religión de los centros educativos, incluso de los concertados
religiosos. Y, por supuesto, pondrá fin a tantos "privilegios" que
tiene la Iglesia, denunciando los Acuerdos con otro Estado: La Santa Sede.
(sigue)
Con esta propuesta -de
llevarla a cabo- el PSOE podrá ponerse la medalla de haber conseguido: en lugar
de bajar la tasa de paro,mandar al paro a 25.660 profesores de Religión de
la enseñanza pública y a un innumerable número de profesores de la
concertada y privada que imparte también clase de Religión. Personas que
indudablemente están deseosas de que llegue el 20 de diciembre para votar al
PSOE.
Podrá también tener a
gala romper con otro Estado, por mucho que ese Estado es un referente moral para
una gran mayoría de ciudadanos españoles. Y luego nos hablarán de tender
puentes, de establecer relaciones internacionales de cooperación, de escuchar
siempre al pueblo a quién van a servir.
Con la medida también tan
democrática, logrará cargarse las "primarias" que acontecen
cada curso escolar: a nadie se le obliga cursar o elegir Religión, la
elección desde que vivimos en Democracia es voluntaria. Y, vaya casualidad, el
número de padres y madres que la solicitan anualmente para sus hijos es
mayoritario: en el curso pasado fueron unos tres millones y medio de alumnos
quienes la cursaron voluntariamente.
No es pues necesario
hacer un referéndum para
decidir si la Religión debe estar en el currículo o no, basta tomar los datos
del presente curso y verán. Pero no, el PSOE no sabe gobernar para las
mayorías. ¿A dónde fueron los cuatro millones de firmas que llegaron a la
Moncloa, al Presidente Zapatero ("más gimnasia y menos Religión", sic)
solicitando que en la LOE se integrara curricularmente la Religión en el
Sistema Educativo? A la papelera. Eso es gobernar para todos. Habría que decir,
para todos los que piensan como uno.
Es
curioso constatar que ante la pregunta propuesta por El Mundo acerca de si
"crees que, como plantea el PSOE, se debe sacar la Religión del currículo
y del horario escolar en la escuela pública y privada" en el momento de
escribir este texto constatamos que han participado nada menos que 133.347
personas de las cuales opinan que sí 33.282, un 25%, y opinan que no debe
sacarse 100.065 personas, un 75%. La medida, pues, es la respuesta a un
clamor popular. El gran mal que tiene nuestro sistema educativo es la
presencia en el currículo y en la escuela de la Enseñanza de la Religión
católica, evangélica, judía e islámica.
Y, desde luego, lo más
grave de la medida de echar a la Religión del ámbito escolar es que con ello el
PSOE da la espalda a nada menos que a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948 y a todos los Tratados, Convenios,
Resoluciones que los desarrollan, ratificados por España. Y nuestra
Constitución, garantizando lo que en esa Declaración Universal, dice: "Los
poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus
hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus
propias convicciones" (art. 27.3) dentro del título I referido a derechos
fundamentales y del capítulo II sobre derechos y libertades.
Quitar la Religión de la
escuela como materia curricular y como tal por supuesto evaluable y computable
(no se evalúa la fe, se evalúa un saber, el religioso, como se evalúa el
filosófico, por mucho que digan que se da catequesis y se adoctrina en las
clases de Religión, mentira que no por muchas veces dicha, es cierta) supone
atentar contra un derecho fundamental de los padres, no de la Iglesia ni de
las confesiones Religiosas.
Podrían denunciarse los
Acuerdos y en España los poderes públicos estarían obligados a ofertar la
enseñanza de la Religión a aquellos padres que acogiéndose a su derecho la
solicitaran.
Y en la escuela, nada de en las sacristías, o mezquitas o sinagogas, o en las
casas, o fuera del horario lectivo como una actividad como natación o danza.
Es triste y lamentable
que en cada cambio de sistema educativo, y llevamos varios en poco tiempo, y en
cada una de las elecciones, tenga que ser la presencia o no de la
Religión el tema estrella, el asunto más debatido. Con la de problemas que
existen en nuestro Sistema Educativo, en nuestros centros escolares, en nuestras
aulas, en la realidad de cada uno de nuestros alumnos, para hacer de la
religión el casus belli que lo arreglará todo. Y en ese debate nunca uno oye
argumentos realmente pedagógicos que pudieran justificar el echar la asignatura
del currículo escolar. Ni uno. Porque lo que es cierto es que bien hará la
formación de los alumnos que la eligen cuando repiten la elección año tras año,
pudiendo al siguiente año de haber sido mala la experiencia educativa,
borrarse, no elegirla y no pasaría nada. Pues no.
La pócima mágica que el
PSOE creyó descubrir para que sin quitarla (porque le dijeron al Ministro el
coste social y político que suponía la medida que él deseaba) desapareciera, no
ha funcionado: era el enfrentar a la Religión a la nada ("estudio
asistido" -anulado por el Supremo, "actividades alternativas",
"MAES: medidas de atención educativa"). Sí es cierto que por esa
vulneración del Acuerdo que dice que el hecho de recibir o no Religión no puede
suponer discriminación ni para unos ni para otros" ha habido momentos de
descenso de matrícula de Religión. Gracias a lo que realmente contribuye a la
educación integral de quienes la eligen voluntariamente, sigue habiendo una
gran mayoría de padres y alumnos que la eligen.
Lo más importante es,
pues, lo que aporta a los alumnos: les ayuda a situarse con lucidez ante la
tradición cultural e histórica de España, a insertarse con criterios en la
sociedad en la que viven, a poderse preguntar y dar respuesta dentro de su
currículo escolar a los grandes interrogantes que el ser humano lleva
planteándose desde que es tal. El PSOE quiere echar a Dios, a la
Iglesia, a todo lo relacionado con la religión de la Escuela (parece
que es su seña de identidad, su gran aportación a la historia de España, su
bandera progresista). Pero jamás podrá echar la dimensión religiosa, el interés
por el saber religioso del corazón de los pequeños y de los mayores que están
en las aulas y para quienes los padres quieren lo mejor
Para acabar, tanto las
declaraciones de la corriente de cristianos por el socialismo, como las de
Albert Rivera de Ciudadanos respecto a la necesidad de que exista en la
escuela un asignatura que enseñe a los niños y jóvenes el fenómeno religioso
desde el punto de vista cultural, dan pie a decirles que de acuerdo. Pero
sin eliminar la legítima opción a cursarla desde una determinada confesión. Y
recogiendo su propuesta proponemos una solución pedagógica, curricular e
integradora y respetuosa con todos. La creación de un área de Religión con dos
modalidades.
La Religión es un hecho
cultural y un sistema de convicciones. De la misma definición podría plantearse
un área que pudiera estudiarse desde una perspectiva cultural (fenomenología
de las religiones, historia de las religiones, geografía de las religiones...)
y desde una perspectiva confesional (católica, judía, islámica
o evangélica). Esta perspectiva nunca sería catequesis, pues no tiene cabida en
el ámbito curricular y escolar: a nadie se le evalúa ni su fe ni sus prácticas
religiosas.
Con esta propuesta que ya
se hizo cuando la LOGSE y que de alguna manera se recogió en la no nata LOCE,
se posibilitaría garantizar el derecho de los padres a que sus hijos en su currículo
y desde una determinada confesión, aprendieran acerca de la Religión y las
religiones lo necesario para su formación. Y quienes no desearan cursarla desde
las confesiones pudieran saber acerca de la Religión y de las religiones de una
forma sistemática, significativa y coherente. Toda la sociedad ganaría
con ello pues se propiciaría entre otras cosas el destierro del analfabetismo
religioso que impide a muchos alumnos que no han asistido a clase de
Religión, comprender nuestra historia, arte, literatura, música, tradiciones...
marcadas por lo religioso.
No estaría mal que el
PSOE reflexionara su propuesta "estrella". Vista la reacción que
ha generado, pocos serán quienes por ella se apunten a su programa y les voten.
Quien siembra vientos, cosecha tempestades.
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