«Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
- Comentario Ev. 1 de marzo. (Ciudadredonda-Julio César Rioja, cmf)
- Comentario J. Pagola
- Homilia (Pg. Javier Leoz)
- Recursos ACG (Acción Católica)
- Comentario Ev. (Regina Goberna)
- Reflexión del domingo (Asun Gutiérrez)
- Presentación (de J. Flecha vía Ecclesia)
- Evangelio ilustrado B/N
- VIDEO- Mc 9, 2-10
- VIDEO-ANIMACIÓN.
«Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
- Comentario Ev. 1 de marzo. (Ciudadredonda-Julio César Rioja, cmf)
- Comentario J. Pagola
- Homilia (Pg. Javier Leoz)
- Recursos ACG (Acción Católica)
- Comentario Ev. (Regina Goberna)
- Reflexión del domingo (Asun Gutiérrez)
- Presentación (de J. Flecha vía Ecclesia)
- Evangelio ilustrado B/N
- VIDEO- Mc 9, 2-10
- VIDEO-ANIMACIÓN.
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».
No hay comentarios :
Publicar un comentario