El 14 de septiembre celebramos la Exaltación de la
Santa Cruz. El origen está en el hallazgo de la Santa Cruz en el año 320,
por parte de Santa Elena, madre de Constantino.
En Telde (Gran Canaria) celebramos este día la fiesta
grande del SANTO CRISTO DE TELDE, también llamado de la misericordia de
Telde, del Altar Mayor o Santo Cristo del Atlántico. La imagen de
este crucificado se encuentra en la Basílica de San Juan Bautista. Es la imagen
que despierta más devoción tras la Virgen del Pino en Diócesis de
Canarias y es la imagen cristológica más venerada de esta Diócesis.
El 14 de
septiembre se celebra el día grande
de sus fiestas y la tradicional procesión por las calles del casco. Dos días
antes, se celebra la Bajada del
Cristo. La subida al Retablo del Altar Mayor es el 22 de
septiembre.
Autor:
Se adjudica a los indios tarascos de Michoacán (México), aunque
otros lo atribuyen al escultor español Matías de la Cerda, afincado en
ese Estado. La imagen está datada en el
siglo XVI, y llegó a Telde entre
1550 y 1555.
La imagen:
El Cristo está construido sobre un armazón de madera,
sobre el que se moldearon distintos tipos de papeles, telas y hojas de maíz,
cañas descortezadas (tatzingüe), todo ello unido con engrudo. La policromía
está realizada con tintes vegetales, al estilo tarasco.
Su anatomía es muy expresiva y detallista,
mostrando el dolor y las secuelas físicas de un modo realista. A ello
contribuye su aspecto acartonado (ya que la escultura cristológica está hueca
en el interior), así como las gotas de sangre que recorren el cuerpo.
El Santo Cristo está diseñado para ser contemplado de
frente, de ahí que la parte posterior se presente poco trabajada.
Historia:
El Santo Cristo de Telde, apareció en la costa de Telde
en un lugar llamado Bocabarranco, desembocadura del Barranco Real de Telde.
Parece ser que el barco que lo portaba naufragó tras una azarosa travesía en
medio de un mar altamente agitado. Un grupo de esclavos lo tomaron como balsa
de salvación.
Un pastor que cuidaba sus reses en las inmediaciones,
vio una escena que le sorprendió: un Cristo crucificado y unas hogueras con
hombres que danzaban en torno a ellas. Entonces fue a la ciudad para hablar con
el rector de San Juan Bautista, y también para avisar a las autoridades
cívico-militares, con todos ellos se acercó de nuevo al lugar, trayéndose
consigo a la imagen del Santo Cristo y a los náufragos. Colocada sobre el
Retablo Gótico-Flamenco del Altar Mayor, permaneció sobre tafetán rojo hasta
mediados del siglo XVIII cuando se construye el Gran Retablo Barroco de
Estípites.
Durante estos días, la Basílica de San Juan no cesa de
recibir devotos que acuden a rezarle o hacerle promesas a su Cristo e incluso
muchos quieren tocarle aunque se tienen que conformar con rozar el trono, ya
que no se permite tocar la imagen para no deteriorarla. Buen momento estos días
para acompañar a Cristo y ponernos en sus manos. Con Él seguro que no nos
faltan las fuerzas para hacer el bien y trabajar por una sociedad más justa.
- Bajada del Cristo y celebración (12-9-12)
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