El capítulo VIII de ese libro está dedicado a la bendición de cosas designadas para el uso ordinario. Allí encontramos, por ejemplo, la bendición del pan, bendición de cualquier tipo de medicina, bendición del queso o mantequilla, bendición del aceite, bendición de la sal, bendición de la semilla, etc. La lista es larga y, aunque no sea muy difundido, Paulo V incluyó la Benedictio Cerevisiae (Bendición de la cerveza) cuyo texto original en latín es el siguiente:
Bendición de la Cerveza.
Bendice, Señor, esta cerveza criatura, que
te has dignado a producir con el mejor grano: que sea un remedio
saludable para la raza humana y concede por la invocación de tu Santo
Nombre que quien beba de ella pueda obtener la salud del cuerpo y la paz
del alma. Por Cristo, nuestro Señor.
R. AMÉN Fuente: Churchpop.com
R. AMÉN Fuente: Churchpop.com
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