“¿En qué estamos convirtiendo la tierra, el regalo que nos hizo Dios con tanto amor? ¿Qué más necesitamos para actuar ya?”
Con estas preguntas retóricas y el hashtag #COP26 manifestaba el cardenal Omella en Twitter su preocupación por "el aumento del nivel del mar, las olas de calor, los fenómenos meteorológicos extremos, la sequía, las enfermedades, la inestabilidad económica y la pobreza creciente" por las que atraviesa el planeta.
Aumento del
nivel del mar.
Olas de calor.
Fenómenos meteorológicos extremos.
Sequía.
Enfermedades.
Inestabilidad económica.
Mayor pobreza.
En sintonía con el papa Francisco y otros líderes y movimientos religiosos que han alzado su voz en los últimos tiempos a favor del cuidado de la casa común, el cardenal arzobispo de Barcelona es consciente de lo mucho que se juega el mundo en esta gran cita de los países para hacer frente a la crisis climática que se celebra en Glasgow entre los días 31 de octubre y 12 de noviembre.
En plena celebración de la cumbre de líderes políticos en la capital de Escocia, el compromiso de las entidades católicas con el mensaje lanzado por el papa Francisco en 2015 que insta a los pueblos a caminar hacia la “conversión ecológica integral” sigue vigente. Por ello, un buen número de organizaciones agrupadas en el movimiento 'Planeta sano, gente sana', exigen a los mandatarios reunidos en la COP26 que adopten compromisos concretos y revisables para hacer frente a la crisis planetaria; que promuevan medidas para la drástica y necesaria reducción de las emisiones de CO-2 y otros gases de efecto invernadero; que impulsen medidas para impedir la destrucción de ecosistemas y la pérdida de especies y que reconozcan la deuda ecológica de las democracias industriales. (Fuente: adaptado de religiondigital.org).
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