Hoy invitamos a escuchar esta preciosa canción de Rozalén. Puede ir dirigida a un amor roto, a un familiar perdido… Propongo que la escuchemos una segunda vez pensando que va dirigida a Dios.
¿Por qué nos olvidamos de Dios? Quizá porque nos volvemos autosuficientes, porque no queremos aceptar renuncias ni asumir compromisos, porque preferimos el ruido, las prisas el consumo que nos deja vacíos…
Pero ¿Cuándo nos acordamos de Dios?
En esos momentos,
incluso cuando lo creemos olvidado, Dios está ahí, y siempre
vuelve, quizá con más fuerza, porque nunca se fue y está en lo más hondo de
nuestro ser que tiene ansias de infinito y como agua que se evaporó, SIEMPRE
VUELVE. (RCN).
No hay comentarios :
Publicar un comentario