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Se cumplen dos
años de la firma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Dos años de
luces y sombras en una Agenda 2030 progresista y transformadora. Desde la ONG MISIONES SALESIANAS,
se insiste en la necesidad de que todas las partes implicadas (gobiernos,
sociedad civil, entidades religiosas y sector privado) tenemos que trabajar
unidas para alcanzar los retos planteados.
Uno de esos objetivos es acabar con la pobreza. Y dos años después, el número de personas que padece hambre en el mundo ha subido tras muchos años de esfuerzos. Según el último informe de la FAO, 815 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos y millones de niños y niñas en el mundo sufren malnutrición. Son dos años perdidos contra el hambre.
Tampoco en las cuestiones de educación el mundo ha avanzado mucho. Más de 263 millones de niños, niñas y jóvenes siguen sin poder ir a la escuela. Y lo que es más preocupante es que si la tendencia no cambia 17 millones de niños y niñas nunca en su vida pisarán un aula.
La fecha del 2º aniversario de
la entrada en vigor de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, es
un momento oportuno, por eso, las entidades que impulsan la alianza «Enlázate por la
Justicia» -Caritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES- hacen
una valoración de la aprobación del I Plan Nacional de Derechos Humanos y
Empresas por parte del Consejo de Ministros del pasado 28 de julio y denuncian que el Plan adolece de grandes
debilidades.Uno de esos objetivos es acabar con la pobreza. Y dos años después, el número de personas que padece hambre en el mundo ha subido tras muchos años de esfuerzos. Según el último informe de la FAO, 815 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos y millones de niños y niñas en el mundo sufren malnutrición. Son dos años perdidos contra el hambre.
Tampoco en las cuestiones de educación el mundo ha avanzado mucho. Más de 263 millones de niños, niñas y jóvenes siguen sin poder ir a la escuela. Y lo que es más preocupante es que si la tendencia no cambia 17 millones de niños y niñas nunca en su vida pisarán un aula.
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