viernes, 25 de marzo de 2016

Viernes Santo: algunos símbolos y la tumba de Jesús

         Juan 18, 1-19,42
  Simbolismo de algunos datos


El texto de la muerte de Jesús recoge datos históricos que se daban en cualquier crucifixión. Pero algunos de estos datos están subrayados para ofrecer una enseñanza teológica.

· Jesús es crucificado fuera de las murallas de la ciudad, en un lugar llamado Gólgota. Este dato significa que el sacrificio que realiza Jesús con su muerte no se circunscribe tan sólo al ámbito de la etnia judía (Jerusalén), sino que se abre a todos los pueblos del mundo.

· La túnica, símbolo del poder de una persona. Es tomada por unos soldados romanos paganos) y fraccionada en cuatro partes. Este dato significa que el poder salvador de Jesús va a ser tomado por los paganos. Fraccionado, va a extenderse hacia los cuatro puntos cardinales del mundo. Jesús es arrestado y llevado ante el tribunal de la ciudad. Luego viene el juicio injusto. Testigos falsos, violación del derecho a defenderse y, por último, condena a muerte. Todo estaba preparado de antemano. Lo mataban sencillamente porque ponía en riesgo la credibilidad del sistema religioso, político y económico. La crucifixión era la máxima pena que imponía el imperio, reservada únicamente a los esclavos que se rebelaban.

· Jesús es azotado. La flagelación de los romanos no tenía nada que ver con los azotes contados que se propinaban en la sinagoga. La flagelación relatada era una bárbara costumbre de los soldados romanos antes de dejar libre a un prisionero. Los soldados romanos que azotaron a Jesús eran mercenarios sirios y samaritanos que odiaban a los judíos. Utilizaban látigos terminados en siete latiguillos con bolitas de plomo. El límite de la flagelación era que no muriera el reo.

· La crucifixión. Era una antigua forma de pena capital utilizada por los persas. Las crucifixiones solían ser masivas. Llegados a las afueras de la ciudad, los soldados tomaban al reo y lo ataban al madero transversal, con el que había recorrido el camino hasta el lugar de la crucifixión. Le ataban los brazos, de tal manera que el cuerpo quedaba colgando... La espalda, en carne viva por la flagelación previa, rozaba continuamente contra el tronco rugoso del palo vertical de la cruz... Tan sólo ocasionalmente clavaban manos y pies. Los condenados a la cruz morían de asfixia. Para que el tormento durara más, solían poner un pequeño apoyo a la altura de los pies. De esta forma, cuando el condenado estaba a punto de asfixiarse, se apoyaba con los pies e inspiraba un poco de aire. Para realizar este movimiento toda su espalda, en carne viva, rozaba contra las rugosidades del tronco. Las moscas y los tábanos agravaban el sufrimiento. Eran crucificados desnudos.

· INRI. Sobre la cruz se solía poner la causa de la condena. Sobre la cruz de Jesús pusieron: «Jesús Nazareno, rey de los judíos». INRI son las iniciales de las palabras latinas de esta frase.

· Vino con hiel y mirra. Era una bebida narcotizante que mujeres compasivas daban al reo. A veces, los mismos soldados daban esta bebida para que el condenado se amodorrara y dejara de gritar.

· Crucifixión. Duraba uno o varios días. Jesús llegó muy debilitado y parece ser que duró menos tiempo. Cuando los soldados consideraban que el reo había sufrido suficiente, tomaban un mazo grande y le rompían los huesos de las rodillas. De esta forma el condenado ya no podía apoyarse para intentar respirar, y la asfixia se sobrevenía prontamente. Debido a la tensión de la postura, poco antes de que llegue la muerte, se rompe un tendón de la parte superior de la espalda, lo que provoca grandes dolores, gritos y espasmos en los crucificados.

¿Qué sabemos de la Tumba de Jesús?
Existen en los alrededores de Jerusalén tumbas del tiempo de Jesús. Las de los personajes ricos y
pudientes, que eran excavadas sobre roca viva, han perdurado hasta nuestros días. Los pobres eran inhumados en tierra. Las tumbas halladas poseen los nombres de las personas enterradas en ellas.
Todas ellas han sido estudiadas con profusión. La arqueología ha intentado investigar la tumba de Jesús y la de personajes que aparecen en el evangelio. ¿Qué ha descubierto la arqueología?
Se han hallado algunas tumbas con nombres que aparecen en el evangelio. Concretamente: Simeón, Lázaro, Marta, María, Matías, Judas, José, Zacarías, Salomé... Eran nombres tan comunes en el Israel del siglo I, que es imposible averiguar si alguno de ellos corresponde al personaje del evangelio. En 1990 la arqueología descubre la tumba del Sumo Sacerdote que condenó a Jesús: José Caifás.
El Santo Sepulcro que se venera actualmente responde a la descripción del evangelio. Sobre él se
construyó una basílica en tiempos del emperador Constantino, pasado el año 313 d.C.(Tiempo Interior, marzo 2016).

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