Simbolismo de algunos datos
El texto de la muerte de Jesús recoge datos históricos que se
daban en cualquier crucifixión. Pero algunos de estos datos están subrayados
para ofrecer una enseñanza teológica.
· Jesús es crucificado
fuera de las murallas de
la ciudad, en un lugar llamado Gólgota. Este dato significa que el sacrificio que realiza Jesús con su muerte
no se circunscribe tan sólo al ámbito de la etnia judía (Jerusalén), sino que se abre a todos
los pueblos del mundo.
· La túnica, símbolo del poder de una persona. Es tomada
por unos soldados romanos paganos) y fraccionada en cuatro partes. Este dato
significa que el poder salvador de Jesús va a ser tomado por los paganos.
Fraccionado, va a extenderse hacia los cuatro puntos cardinales del mundo.
Jesús es arrestado y llevado ante el tribunal de la ciudad. Luego viene el
juicio injusto. Testigos falsos, violación del derecho a defenderse y, por
último, condena a muerte. Todo estaba preparado de antemano. Lo mataban
sencillamente porque ponía en riesgo la credibilidad del sistema religioso,
político y económico. La crucifixión era la máxima pena que imponía el imperio,
reservada únicamente a los esclavos que se rebelaban.
· Jesús es azotado. La flagelación de los romanos no tenía nada
que ver con los azotes contados que se propinaban en la sinagoga. La flagelación
relatada era una bárbara costumbre de los soldados romanos antes de dejar libre a un prisionero.
Los soldados romanos que azotaron a Jesús eran mercenarios sirios y samaritanos que
odiaban a los judíos. Utilizaban látigos terminados en siete latiguillos con bolitas de plomo. El
límite de la flagelación era que no
muriera el reo.
· La crucifixión. Era una antigua forma de pena capital
utilizada por los persas. Las crucifixiones solían ser masivas. Llegados a las
afueras de la ciudad, los soldados tomaban al reo y lo ataban al madero
transversal, con el que había recorrido el camino hasta el lugar de la
crucifixión. Le ataban los brazos, de tal manera que el cuerpo quedaba
colgando... La espalda, en carne viva por la flagelación previa, rozaba
continuamente contra el tronco rugoso del palo vertical de la cruz... Tan sólo
ocasionalmente clavaban manos y pies. Los condenados a la cruz morían de
asfixia. Para que el tormento durara más, solían poner un pequeño apoyo a la
altura de los pies. De esta forma, cuando el condenado estaba a punto de
asfixiarse, se apoyaba con los pies e inspiraba un poco de aire. Para realizar
este movimiento toda su espalda, en carne viva, rozaba contra las rugosidades
del tronco. Las moscas y los tábanos agravaban el sufrimiento. Eran
crucificados desnudos.
· INRI. Sobre la cruz se solía poner la causa de la
condena. Sobre la cruz de Jesús pusieron: «Jesús Nazareno, rey de los judíos».
INRI son las iniciales de las palabras latinas de esta frase.
· Vino con hiel y mirra. Era una bebida narcotizante que mujeres
compasivas daban al reo. A veces, los mismos soldados daban esta bebida para
que el condenado se amodorrara y dejara de gritar.
· Crucifixión. Duraba uno o varios días. Jesús llegó muy
debilitado y parece ser que duró menos tiempo. Cuando los soldados consideraban
que el reo había sufrido suficiente, tomaban un mazo grande y le rompían los
huesos de las rodillas. De esta forma el condenado ya no podía apoyarse para
intentar respirar, y la asfixia se sobrevenía prontamente. Debido a la tensión
de la postura, poco antes de que llegue la muerte, se rompe un tendón de la parte
superior de la espalda, lo que provoca grandes dolores, gritos y espasmos en
los crucificados.
Existen en los alrededores de Jerusalén tumbas del tiempo de Jesús. Las de los personajes ricos y
pudientes, que eran excavadas sobre roca viva, han perdurado hasta nuestros días. Los pobres eran inhumados en tierra. Las tumbas halladas poseen los nombres de las personas enterradas en ellas.
Todas ellas han sido estudiadas con profusión. La arqueología ha intentado investigar la tumba de Jesús y la de personajes que aparecen en el evangelio. ¿Qué ha descubierto la arqueología?
Se han hallado algunas tumbas con nombres que aparecen en el evangelio. Concretamente: Simeón, Lázaro, Marta, María, Matías, Judas, José, Zacarías, Salomé... Eran nombres tan comunes en el Israel del siglo I, que es imposible averiguar si alguno de ellos corresponde al personaje del evangelio. En 1990 la arqueología descubre la tumba del Sumo Sacerdote que condenó a Jesús: José Caifás.
El Santo Sepulcro que se venera actualmente responde a la descripción del evangelio. Sobre él se
construyó una basílica en tiempos del emperador Constantino, pasado el año 313 d.C.(Tiempo Interior, marzo 2016).
pudientes, que eran excavadas sobre roca viva, han perdurado hasta nuestros días. Los pobres eran inhumados en tierra. Las tumbas halladas poseen los nombres de las personas enterradas en ellas.
Todas ellas han sido estudiadas con profusión. La arqueología ha intentado investigar la tumba de Jesús y la de personajes que aparecen en el evangelio. ¿Qué ha descubierto la arqueología?
Se han hallado algunas tumbas con nombres que aparecen en el evangelio. Concretamente: Simeón, Lázaro, Marta, María, Matías, Judas, José, Zacarías, Salomé... Eran nombres tan comunes en el Israel del siglo I, que es imposible averiguar si alguno de ellos corresponde al personaje del evangelio. En 1990 la arqueología descubre la tumba del Sumo Sacerdote que condenó a Jesús: José Caifás.
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