Presentación Memoria Cáritas con el Obispo de Canarias Fco. Cases |
- El empobrecimiento y la injusticia aumentan con los recortes de los derechos sociales.
- A nivel diocesano, la cifra de atenciones se ha incrementado en un 5%. Durante 2012 se atendieron entre programas y parroquias a un total de 12.121 personas.
La política de recortes sociales
emprendida en España deja de lado las necesidades sociales y a las
personas para responder únicamente a los intereses financieros y
económicos. Vincular los derechos fundamentales de la persona a la
capacidad económica de cada individuo, promueve una sociedad cada vez
más empobrecida y aumenta las desigualdades sociales. Esta es la
principal denuncia realizada por Cáritas Diocesana de Canarias durante
la presentación de la memoria del año 2012, en donde registraron un
total de 27.831 acompañamientos, un 5% más que el pasado año.
El obispo
de la diócesis, Francisco Cases; José Domínguez, delegado episcopal;
Pedro Herránz, director; y Fátima Díaz, secretaria general de Cáritas
Diocesana de Canarias, presentaron en la sede de los Servicios
Generales de Cáritas, la memoria del año 2012 de la institución, que
confirman el deterioro de las condiciones de vida en la provincia de Las
Palmas en particular y en Canarias en general.
“El
horrible dragón de las finanzas inhumanas, se está tragando a las
personas y a la misma democracia, invalidando los derechos sociales
alcanzados”, afirmó el delegado, que añadió que “este energumeno es el
que manda, marca los límites, señala recortes y define a quienes hay que
rescatar y favorecer, así como quienes no existen”.
En este sentido apuntó que la intención de Cáritas es “salvar a las personas especialmente vulnerables, no al sistema”.
Pedro
Herránz destacó que no es intención de Cáritas obtener más recursos de
las administraciones, sino que sean las propias administraciones las que
asuman sus obligaciones en políticas sociales, de empleo y sanitarias.
“la defensa de los derechos fundamentales corresponde a las
instituciones y poderes del Estado, no a las ONG ni a los movimientos
sociales ni a las asociaciones o plataformas ciudadanas”.
“En la
mayoría de las situaciones, las instituciones simplemente se
desentienden porque su caso no está contemplado o porque se han agotado
las ayudas previstas para cada supuesto o simplemente se les dice que
carecen de esos derechos por no trabajar, por ser inmigrante o por
cuestiones discriminatorias que comienzan a aparecer en nuestras leyes
contradiciendo, en muchas ocasiones, los acuerdos internacionales sobre
Derechos Humanos o el Pacto Internacional por los Derechos Sociales y
Culturales”, aseveró Herránz.
Cifras regionales
El perfil de la persona usuaria de las
dos Cáritas de la Comunidad Autónoma Canaria es el de una mujer, con
familia a su cargo, con un nivel bajo de estudios, desempleada y con una
edad comprendida entre los 30 y 45 años.
El trabajo realizado ha llegado a 46.447
personas, fundamentalmente mediante el trabajo con las familias,
teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos es sólo un miembro de
la misma quien solicita la atención.
Herránz quiso destacar el trabajo del
voluntariado, “que organiza, atiende y acompaña en parroquias y
arciprestazgos”, espacios territoriales en los que se basa la acción de
Cáritas, así como de las personas voluntarias que desarrollan su acción
desde programa y proyectos específicos.
Cáritas Canarias
A nivel diocesano, la cifra de
atenciones se ha incrementado en un 5%. Durante 2012 se atendieron entre
programas y parroquias a un total de 12.121 personas, si bien el 65% de
ellas viven en familia, siendo la media de cada familia de tres
miembros, lo que significa que se ha acompañado a un total de 27.831
personas, de ellas, 5.134 son menores de edad.
2.814 personas viven solas, de las que
1.317 están en situación de “sin hogar”, y el 86% del total de personas
atendidas no tiene garantizado el derecho a la vivienda.
El 60% de las personas que solicitan
algún tipo de ayuda son mujeres; el 54% se sitúan entre los 30 y los 49
años, y la mayoría es de nacionalidad española.
Lo que más se demanda es ayuda económica
básica y urgente para vivienda, alimentación, medicinas, comedores
escolares, etcétera, si bien la escucha y la orientación, así como el
empleo, siguen siendo parámetros importantes en este apartado.
Según explicó Fátima Díaz, “se detecta un claro deterioro de las condiciones de vida y una creciente desigualdad social”.
“Nos resulta llamativo”, dijo la
secretaria general, “el 4% de personas que tienen trabajo y acuden a
Cáritas ante la imposibilidad de sobrevivir dignamente”, lo que se
interpreta como ejemplo del deterioro de las condiciones laborales.
También resaltó que, de todas las
personas atendidas, sólo el 5% recibe algún tipo de prestación mientras
que el 47% no tiene ningún tipo de ingreso.
Para la secretaria general de Cáritas
Diocesana de Canarias, "es significativo que el 66,3% de las personas
atendidas sólo cuentan con estudios primarios o inferiores, lo que
prueba que la dificultad de acceso a derechos como el de la Educación
afecta a largo plazo al acceso a otros derechos y al bienestar de la
persona".
Por último, resaltó la situación de
alarma que genera que "el 32% de las personas migrantes atendidas no
tengan acceso a derechos básicos y universales como la atención
sanitaria, porcentaje que puede crecer rápidamente por la situación de
vulnerabilidad de este colectivo".
De los 1.205 personas que desarrollan el
voluntariado en Cáritas Diocesana de Canarias, 822 están repartidas por
el territorio en parroquias; 363, en proyectos y programas; y 20
personas colaboran de forma desinteresada en los Servicios Generales.
fuente: http://www.caritas-canarias.org
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