Y aunque el
Vaticano estuvo representado en la sesión de apertura por su número dos, el
cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, el Papa ha querido intervenir
personalmente con un mensaje escrito.
En el texto,
dirigido a Carolina Schmidt, ministra de medioambiente de Chile y presidenta de
la conferencia, Francisco no se anda con rodeos y se muestra decepcionado.
«Lamentablemente,
cuatro años después (del Acuerdo de París), la conciencia de la necesidad de
trabajar juntos sigue siendo muy débil, incapaz de responder adecuadamente a
ese sentido de urgencia y de respuesta rápida que exigen los datos
científicos de que disponemos sobre cambio climático», añade.
El Papa cita
recientes informes sobre el impacto que un aumento de 1,5º de temperatura
tendría en la salud de la tierra y en los océanos. «Estos estudios muestran que
los compromisos actuales de los Estados para mitigar el cambio climático y
adaptarse a él distan mucho de ser los realmente necesarios, y lo lejos que
están las palabras de las acciones concretas», lamenta.
En positivo,
reconoce que aumenta la percepción en gobiernos y en la sociedad civil sobre la
importancia de transformar el «modelo de desarrollo, para fomentar la
solidaridad y reforzar los vínculos entre lucha contra el cambio climático
y lucha contra la pobreza».
Iniciativas que se quedan cortas
Pero dice
que aún se trata de tímidas iniciativas, que no conseguirán «respetar el
calendario exigido por la ciencia» y que no está claro cómo se repartirá el
costo que requieren.
«Desde esta
perspectiva, debemos preguntarnos seriamente si existe la voluntad política
de destinar con honestidad, responsabilidad y coraje, más recursos humanos,
financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático,
así como para ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables que son las más
afectadas», dice.
«Numerosos
estudios nos dicen que todavía es posible limitar el calentamiento global. Para
ello necesitamos una voluntad política clara, previsora y fuerte, decidida a
seguir un nuevo rumbo que apunte a reorientar las inversiones financieras y
económicas hacia aquellas áreas que realmente protejan las condiciones de una
vida digna de la humanidad en un planeta "sano" para hoy y para
mañana», escribe.
Para el
Papa, esta crisis, y la falta de voluntad política para resolverla, es una
oportunidad de «reflexionar»
Para el
Papa, esta crisis, y la falta de voluntad política para resolverla, es una
oportunidad de «reflexionar sobre nuestros modelos de consumo y producción
y sobre los procesos de educación y sensibilización para vivir de un modo
coherente con la dignidad humana».
Concluye su
mensaje apuntando al futuro. Pide que no se cargue con el peso de esta
crisis a las próximas generaciones. «Debemos darles la oportunidad de
recordar a nuestra generación como la que renovó y aplicó la necesidad de
colaborar para proteger y cultivar nuestra casa común».
El mensaje
llega justo cuando los 26.000 delegados que participan en la conferencia de
Madrid debaten sobre el punto 6 del acuerdo de París. Éste se refería a la
búsqueda de mecanismos que ayuden a los gobiernos a alcanzar los objetivos de
reducción de emisiones de gas.
Una de las
ideas es establecer un sistema de cuotas para Estados y permitir que los países
que contaminen menos de cuanto se les permite, vendan las cuotas de excedentes
a quienes «necesiten» contaminar más. Fuente: diario ABC
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