La experiencia se hizo en cuatro familias con hijos de corta
edad: Tait, de 10 años; Sam, de 9; Adrian, de 8; y Lucas, de 9. Mientras ellos
están embebidos en sus tablets o portátiles poco antes de cenar, sus padres
empiezan a cambiar el entorno que les rodea, y finalmente los padres mismos son
sustituidos por otras personas. No levantan la vista hasta que se corta la
wifi, y entonces llega la sorpresa en el mundo real. Todo formaba parte de un
anuncio de la marca Dolmio para animar a la cena en familia, pero refleja un
problema muy real: La adicción de los niños está haciendo que pierdan la
realidad del espacio-tiempo y de todo lo que les rodea.
El prestigioso neuropsicólogo español, Nacho Calderón asegura que “los móviles y tablets
están generando déficit de atención con hiperactividad. Yendo a los casos más
extremos llegaríamos por supuesto a problemas graves de conducta, muy graves
de agresividad, de aislamiento social, niños que ya solo saben vivir a
través de la pantalla”. (adaptado de ReligiónenLibertad.com).
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