martes, 31 de mayo de 2016

Niña sorda comienza a oir en Lourdes ¿el milagro 70?

   Una niña italiana de seis años, sorda de nacimiento, empezó a oír, inexplicablemente, durante una peregrinación a Lourdes que realizó del 8 al 12 de mayo, junto a su madre, su hermano pequeño, su abuela y otros cientos de peregrinos de las parroquias de la ciudad de Milán.
      Los hechos de la curación
La pequeña, cuyo nombre no ha sido revelado, padecía una sordera profunda en ambos oídos y tenía que usar audífonos.
Pero el pasado 11 de mayo, a las 20:30 horas, se los quitó y le dijo a su madre: “Ya no me hacen falta, escucho bien”, declara Giuseppe Secondi, director de la peregrinación organizada por UNITALSI-Lombardie.


   Se ha confirmado una mejoría auditiva, así como el restablecimiento de los órganos” pero todos están de acuerdo en ser prudentes y rigurosos. Tras presentar el expediente, el proceso de verificación acaba de comenzar.
Si el caso es considerado “serio”, el médico convoca un “consejo”, es decir, una reunión para la “discusión de un caso clínico” en la que pueden participar todos los médicos y el personal sanitario presente en Lourdes, independientemente de sus creencias religiosas.
¿Cómo se autentifica una curación?


   Según explica Patrick Theillier, antiguo director de la Oficina de Constataciones Médicas y miembro del Comité Médico Internacional de Lourdes (CMIL), “para que sean reconocidas como milagrosas, las curaciones inexplicables producidas en un contexto de fe deben ser autentificadas –de inmediato e indisociablemente– desde un punto de vista médico (la razón) y un punto de vista espiritual (la fe); puesto que la curación milagrosa es mucho más que una curación médica”.
La función de la medicina es asegurar la veracidad de la curación: “Tiene que haberse producido objetivamente una transición de una condición patológica demostrada hacia un estado de buena salud evidente”.

   “Para que el estudio médico pueda concluir en favor de una curación ‘verdadera, definitiva y sin explicación médica’ hay cuatro condiciones necesarias: certeza del diagnóstico y de la enfermedad, pronóstico estable o fatal, curación extraordinaria y súbita, tratamiento sin relación con la curación”.
Por tanto, la constatación de una curación en un contexto de fe es, claramente, tanto médica como espiritual. La intervención de los hombres de ciencia es un requisito previo, pero una curación “inexplicable” no basta para hablar de un milagro.
Por eso, explica y concluye el experto, sólo hay 69 milagros reconocidos en Lourdes, mientras que el consultorio médico ha confirmado más de 3.000 curaciones objetivamente inexplicables.

   La 69ª curación reconocida como milagrosa por la Comisión médica se remonta a julio de 2013. Había sucedido hacía 24 años, lo que dice mucho de la lentitud y complejidad del proceso y de la prudencia de la Iglesia.
Fue el caso de otra italiana, Danila Castelli, que reveló su testimonio a los medios de comunicación.

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