El Pantocrátor de San Clemente de Taüll
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- Este «empobrecimiento cultural» les pasa factura «a la hora de cursar estudios relacionados con las humanidades»
Miran al
"Pantocrator" y lo reconocen pero a la hora de definirlo aparece el
bloqueo. Los alumnos que llegan a la universidad tienen «auténticas
lagunas» en cultura religiosa. Profesores de Historia del Arte de diversas
universidades españolas lo suscriben y expresan a ABC su «preocupación» por el
creciente «analfabetismo religioso» de los estudiantes que acceden a la
enseñanza superior. Este «empobrecimiento cultural» les pasa factura, según
apuntan, «a la hora de cursar estos estudios u otros relacionados con las humanidades».
Algunos de
los docentes consultados atribuyen ese déficit a la progresiva pérdida de
peso de la asignatura de religión católica en colegios e institutos.
Otros, mantienen que el desconocimiento en esta materia «es generalizado» y no
refiere solo a la religión católica por lo que piden que se refuercen los conocimientos
en cultura de religiones en la etapa de educación obligatoria. En Cataluña,
donde la asignatura tiene una presencia casi residual, la situación es
especialmente acuciante.
La Pietà (Miguel Ángel) |
El Consejo
Asesor para la Diversidad Religiosa de la Generalitat de Cataluña, un órgano
independiente integrado por expertos religiosos de reconocido prestigio que
preside el teólogo y filósofo católico Francesc Torralba, miembro del
Consejo Pontificio para la Cultura, presentó en 2014 al Gobierno catalán un
informe en el que formula, entre otras cuestiones, la necesidad de que la
escuela deba «combatir el analfabetismo simbólico y religioso que
imposibilita la comprensión de las obras culturales [...] y a trabajar
activamente para deshacer prejuicios».
«El informe
pide a la Generalitat que actúe ante un hecho que resulta evidente y negativo,
y que no es exclusivo de Cataluña: de la progresiva desaparición de la cultura
religiosa en la escuela», apunta en declaraciones a ABC Josep Miró i
Ardèvol, presidente de E-Cristians. A su juicio, esta situación, «que es
celebrada desde determinadas perspectivas políticas como algo positivo
es en realidad un desastre».
Otra «censura cultural»
«Nosotros
somos depositarios de una tradición cultural cuyo grueso está formado
precisamente por el cristianismo. En todos los órdenes, en el de las ideas,
pero también en el de las artes plásticas o la música. Es imposible entendernos
a nosotros mismos culturalmente, es decir nuestro significado, sin esta gran
referencia al cristianismo. Por lo tanto, cuando se liquida la educación
religiosa, se está practicando un nuevo tipo de censura cultural que pagan
los alumnos y, a través de ellos, la sociedad», añade Miró i Ardèvol.
El
responsable de E-Cristians está convencido de que «la lucha emprendida en muchos
centros para expulsar la idea de Dios se traduce en mayores dificultades
educativas porque se cierra la posibilidad de educar en la dimensión de la trascendencia
a los alumnos». «Cuando nos preguntamos sobre el fracaso escolar en
España, hay que reflexionar también sobre esta variable, porque no es un dato
menor que los centros religiosos y los alumnos que lo son obtengan
mejores resultados», añade Miró i Ardèvol, quien denuncia que la asignatura
de religión católica "ha sido absolutamente liquidada en la escuela
pública".
Su opinión
la comparten otros muchos profesores de primaria y secundaria
consultados por este diario, que han visto desde su experiencia cómo la materia
iba perdiendo peso específicamente con el paso de los años. Es el caso de Toni
Romaguera, que imparte religión en Primaria. "Hay campañas
encubiertas en los centros para boicotear la asignatura", apunta.
"Oficialmente la ofrecen en la preinscripción porque es una materia de
obligada oferta, aunque en las jornadas de puertas abiertas declaran el
centro laico y la desaconsejan", denuncia el profesor. Él y otros
compañeros suyos que enseñan la asignatura reconocen que "está
estigmatizada".
"Lo que
hay es una beligerancia contra cualquier atisbo de idea religiosa", afirma
Miró i Ardèvol. "Es más fácil que un alumno sepa qué es el Ramadán que
conozca el sentido de la Cuaresma", denuncia Romaguera. Recuerda
que la materia es de obligada oferta por parte de los centros, aunque
voluntaria para las familias y que con la reformulación del currículo de la
Lomce pasa a computar en la media final del curso.
Efectos adversos
Ese
creciente "analfabetismo religioso" topa con el filtro de la
universidad. Profesores de Historia del Arte han visto como en esos últimos
años el desconocimiento sobre la materia ha ido en aumento y advierten a este
diario sobre sus posibles "efectos adversos".
La profesora
de Historia de la CEU San Pablo, Sirga de la Pisa, relaciona este
empobrecimiento con el hecho de que cada vez menos colegios e institutos
imparten la asignatura. «Si, por supuesto, está directamente relacionado con
esto». También lo vincula «directamente» con la manera de enseñar la religión
«que no da importancia a la historia sagrada, a las vidas de los santos
y a la historia de la iglesia».
«También es
revelador de una falta de cultura general que se observa, producto de
las últimas reformas en los planes de estudio en los colegios, donde se ha
reducido la presencia de asignaturas de Humanidades en general», añade
Sirga de la Pisa.
Por su
parte,Teresa Vicens, profesora de Historia del Arte de la Universidad de
Barcelona, constata también el empobrecimiento en "conocimientos básicos
de religión" de los alumnos que llegan a su clase. "Estos
conocimientos deberían ser, como mínimo, paralelos a los de mitología
clásica", afirma la profesora. Vicens aboga por dejar el
"adoctrinamiento religioso" para "el ámbito privado o
familiar" y enfocar el hecho religioso "como un aspecto más de la
cultura". "Es decir, si queremos ver muestras de, por ejemplo, celos,
deberíamos tener presentes los bíblicos Caín y Abel o la tan engañada
Hera olímpica; y, si queremos entender el amor filial, la relación entre Jesucristo
y María o entre Deméter y Perséfone y el mito de las estaciones del
año", añade la experta.
Teresa Vicens
defiente que en los últimos cursos de Primaria y durante la ESO "
se vayan introduciendo estos conocimientos básicos para, más adelante, poder
comprender este hecho en su dimensión más global". "Ciertamente,
muchas escuelas no enseñan religión, pero tampoco enseñan cultura clásica y
los dos componentes son imprescindibles para una buena formación
humanística", remarca la docente.
Fuente: http://www.abc.es/sociedad/20150420/abci-anafabetismo-religioso-universidad-catalana-201504191827.html
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