VIDEO-Reflexión "REGALOS QUE ALUMBRAN"
(Equipo Eucaristía- Verbo Divino)
«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (María de Nazaret)
- Comentario al Ev. 21 diciembre (Ciudadredonda-Julio César Rioja, cmf)
- Comentario J. Pagola
- HOMILIA (Pg. Javier Leoz)
- Recursos ACG (Acción Católica)
- Comentario Ev. (Regina Goberna)
- Reflexión del domingo (Asun Gutiérrez)
- Evangelio ilustrado B/N
- Presentación (de J. Flecha vía Ecclesia)
- VIDEO - Lc 1,26-38: Anunciación
- VIDEO- ANIMACIÓN
- Audio-canción ("Hágase en mí"-Hermana Glenda)
VIDEO-Reflexión "REGALOS QUE ALUMBRAN"
(Equipo Eucaristía- Verbo Divino)
«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (María de Nazaret)
- Comentario al Ev. 21 diciembre (Ciudadredonda-Julio César Rioja, cmf)
- Comentario J. Pagola
- HOMILIA (Pg. Javier Leoz)
- Recursos ACG (Acción Católica)
- Comentario Ev. (Regina Goberna)
- Reflexión del domingo (Asun Gutiérrez)
- Evangelio ilustrado B/N
- Presentación (de J. Flecha vía Ecclesia)
- VIDEO - Lc 1,26-38: Anunciación
- VIDEO- ANIMACIÓN
- Audio-canción ("Hágase en mí"-Hermana Glenda)
LECTURA EV. LUCAS 1,26-38:
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
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