Nelson Mandela pasó 18 de los 27 años
que estuvo en la cárcel en la prisión de
Robben Island, un islote frente a Ciudad del Cabo rodeado de tiburones y sin
casi vegetación. En Robben Island las condiciones son durísimas, pero en el
caso de Mandela, condenado al régimen más severo de aislamiento, todavía fueron
peores: sólo puede recibir una visita y una carta cada seis meses. Allí es
condenado a trabajar en la cantera picando piedra de sol a sol. Su firme
convicción y su férrea voluntad hacen que pueda sobrevivir a esas condiciones
sin renunciar jamás a ser él y a hacer una sociedad más justa.
(http://educacionysolidaridad.blogspot.com.es/)
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