miércoles, 11 de diciembre de 2013

Adviento: claves para entenderlo y vivielo


        Símbolos del ADVIENTO
 
Queda poco para celebrar la Navidad, una de las fiestas litúrgicas más importantes de la cristiandad. Para prepararse para esta celebración, los cristianos cuentan con un tiempo muy especial, llamado Adviento, una palabra que procede del latín «adventus» y que significa venida, llegada.

Comprende los cuatro domingos anteriores a la Navidad, es decir, comienza el domingo más próximo al 30 de noviembre y se prolonga hasta el 24 de diciembre. Junto a la Pascua, es uno de los tiempos litúrgicos más fuertes y una oportunidad para la reflexión y revisión de la propia vida ante la inminente llegada del Señor.

1. Una tradición muy antigua

No se puede determinar con ningún grado de certeza cuándo se introdujo en la Iglesia por primera vez la celebración del Adviento. La preparación para la fiesta de la Navidad no se celebraba antes que existiera la fiesta misma, y no encontramos evidencia de esto antes del final del siglo IV cuando, según Duchesne (Culto Cristiano, Londres, 1904, 260), se celebraba en toda la Iglesia, por algunos el 25 de diciembre, por otros el 6 de enero.

2. Un tiempo de espera y penitencia...


Durante las cuatro semanas de Adviento, la liturgia suprime una serie de elementos festivos. De esta forma, en la misa ya no se reza el Gloria, se reduce la música con instrumentos, los adornos festivos y las vestiduras del sacerdote son de color morado, que significa penitencia.

Estos signos son una manera de hacer tangible que mientras dura la peregrinación, nos falta algo para que nuestro gozo sea completo. Y es que quien espera es porque le falta algo. Cuando el Señor se haga presente en medio de su pueblo, habrá llegado la Iglesia a su fiesta completa, significada por solemnidad de la fiesta de la Navidad.

3. Las lecturas bíblicas

La primera de las semanas de Adviento está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar en vela, manteniendo una especial actitud de conversión. La segunda semana nos invita, por medio del Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión. Jesús sigue llamándonos, pues la conversión es un camino que se recorre durante toda la vida.

La tercera semana preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor. Finalmente, la cuarta semana ya nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo. María es figura, central, y su espera es modelo y estímulo de nuestra espera.

4. Las tres figuras del adviento

Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesia ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

5. La solidaridad

El tiempo de Adviento es muy apropiado también para acentuar la vivencia de la caridad y solidaridad con los más necesitados. El propio Papa Francisco tendrá un gesto de solidaridad esta Navidad. El próximo sábado 21 de diciembre, hará una visita a los niños enfermos del hospital pediátrico Bambino Gesú.

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/20131210/abci-claves-adviento-201312031558.html

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