sábado, 25 de mayo de 2013

Los Derechos Humanos en el mundo. Informe 2013

  • El mundo, un lugar cada vez más peligroso para personas refugiadas, migrantes, y desplazadas.
  •  Amnistía Internacional actualiza un año más la situación de los derechos humanos en 159 países con la publicación de su Informe 2013.
INFORME COMPLETO (AI)        852
El mundo se está convirtiendo en un lugar cada vez más peligroso para refugiados, migrantes y, en general, para quienes pierden su hogar porque sufren abusos. Desorientadas, indefensas, estas personas son expulsadas a los márgenes de la sociedad con una mezcla tóxica de dogmas políticos y de cinismo.

En el Informe 2013 denunciamos que se han vulnerado los derechos de millones de personas que han huido del conflicto y la persecución o que han emigrado en busca de trabajo y una vida mejor. Gobiernos de todo el mundo muestran más interés en proteger sus fronteras nacionales que en proteger los derechos de sus ciudadanos o de quienes buscan refugio u oportunidades en sus países.

El respeto a la soberanía de un Estado no puede ser utilizado como una excusa para la inacción. El Consejo de Seguridad de la ONU debe oponerse a los abusos que destruyen vidas y obligan a la gente a huir de sus hogares. Eso significa rechazar doctrinas carentes de moral que aseguran que el asesinato en masa, la tortura y el hambre no son asuntos de todos.

Durante el último año, la comunidad internacional ha sido testigo de varias emergencias de derechos humanos que han obligado a muchas personas a buscar un lugar seguro, en sus propios países o cruzando las fronteras. Desde Corea del Norte hasta Malí, Sudán o República Democrática del Congo, hubo gente que huyó de sus hogares con la esperanza de encontrar refugio.
Quienes viven fuera de su país, sin patrimonio ni estatus, son las personas más vulnerables del mundo, pero a menudo se las condena a vivir miserablemente entre las sombras. Es posible un futuro más justo si los Gobiernos respetan los derechos humanos de todas las personas, con independencia de su nacionalidad. El mundo no puede permitirse limbos donde los derechos humanos no existen. Además, en nuestro Informe 2013:
  • La mitad de la humanidad sigue siendo “ciudadana de segunda”. Muchos países no abordaron los abusos de género. Soldados y grupos armados cometieron violaciones sexuales en Malí, Chad, Sudán y República Democrática del Congo; los talibanes ejecutaron a mujeres en Afganistán y Pakistán, y se negó el acceso a abortos seguros a mujeres y niñas embarazadas a consecuencia de una violación o cuyos embarazos suponían una amenaza para su salud o su vida en países como Chile, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana.
  • En toda África, los conflictos, la pobreza y los abusos perpetrados por las fuerzas de seguridad pusieron al descubierto la debilidad de la protección a los derechos humanos, incluso en un momento en que el continente se preparaba para la conmemoración del 50 aniversario de la Unión Africana (UA), que se celebra con una gran cumbre en Etiopía la semana del 19 al 27 de mayo de 2013.
  • En América, los procesos judiciales emprendidos en Argentina, Brasil, Guatemala y Uruguay supusieron un avance importante hacia la justicia por violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado. El sistema de derechos humanos interamericano recibió críticas de varios Gobiernos.
  • La libertad de expresión sufrió ataques en Asia y Oceanía, con represión estatal en países como Irán, Camboya, India, Sri Lanka y Maldivas, mientras que en Afganistán, Myanmar, Pakistán y Tailandia los conflictos armados arruinaron la vida de decenas de miles de personas. Myanmar liberó a centenares de presos políticos, pero otros tantos permanecían encerrados.
  • En Europa el problema de la “soberanía” se invierte. Los Gobiernos utilizan la excusa de que las medidas de austeridad frente a la crisis económica son responsabilidad de la Unión Europea, sin asumir sus propias obligaciones sobre el impacto que esas medidas tienen en los derechos de acceso a la salud, la educación o la vivienda. Muchas de estas medidas afectan muy negativamente a las personas inmigrantes, desplazadas o solicitantes de asilo.
  • En los países de Oriente Medio y el norte de África donde los líderes autocráticos fueron derrocados aumentó la libertad de los medios de comunicación y las oportunidades para la sociedad civil, pero también hubo retrocesos, como los desafíos a la libertad de opinión por motivos religiosos o de moral. En toda la región seguía reprimiéndose a activistas políticos y de derechos humanos, incluso mediante encarcelamiento y tortura bajo custodia. Se recrudecieron los conflictos en Siria, así como entre Israel y Gaza.
  • La pena de muerte siguió retrocediendo en el mundo, pese a reveses como la primera ejecución en Gambia tras 30 años sin ejecuciones, o la de una mujer en Japón tras 15 años.

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