Raffa Hettsheimeir
(26 años) es el nuevo pívot del Real Madrid.
Como muchos
deportistas brasileños que han pasado por España Hettsheimeir tiene unas
profundas creencias religiosas y Dios es el faro principal de su vida.
Es un atleta
de Cristo, como su compañero del equipo de fútbol Kaká. Su fe en Jesús es
inquebrantable y dan prueba de ello sus palabras y su cuerpo, con numerosos
tatuajes que demuestran esa entrega religiosa. "Soy muy religioso. No
todos los días, pero sí que hago mis oraciones y con ellas me acuerdo de mi
madre, que fue la que me enseñó a rezarlas de pequeño".
Hettsheimeir
lleva su fe a flor de piel, nunca mejor dicho. Nada más saludarle es imposible reparar
en los motivos religiosos que luce en ambos brazos. "Llevo un ángel en un
brazo y una gran cruz en el otro", explica. Esos dibujos son casi tan
llamativos como el que lleva en su antebrazo izquierdo, el Padre Nuestro
íntegro escrito en portugués. De los tatuajes que adornan su cuerpo, ese es sin
duda uno de sus preferidos.
Los dibujos
religiosos comparten sitio en su piel con otros más laicos. "Tengo 10 ó
12", explica. "En el pecho llevo un león, que me gusta mucho porque
es el rey de la selva, y otro tatuaje que comparto con un amigo de la
infancia", explica. "También llevo un símbolo chino que significa fuerza".
Quien de verdad
le transmite fuerza es su familia: "Llevo grabadas las iniciales de mis
padres y de mis hermanos".
El deporte
también tiene sitio en su piel: "Tengo un balón de baloncesto en llamas en
un tobillo".
Hay hueco
hasta para el teatro: "Llevo unas máscaras, una triste y una feliz".
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