Sorprendente y curioso... ¿Algún sitio donde no hayan estado los romanos? Pues también en Canarias.
Hace unos días, unos turistas que tomaban el sol en una de las playas de la paradisíaca
Isla de Lobos
(3 kilómetros al noreste de Fuerteventura) localizaron entre la arena
los trozos de una vasija de cerámica y numerosos restos de moluscos.
Este
hallazgo casual ha permitido identificar indicios de una posible
factoría romana dedicada a la producción de púrpura y extracto de pescado (garum)
;
el primer asentamiento imperial conocido en las Islas Canarias. Su
existencia da un vuelco al estudio de la historia del Archipiélago.
Como responsable de la investigación, Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria de la Universidad de la Laguna (ULL), ha explicado que “por ahora son todo meras valoraciones, pero si se confirman con análisis mas detallados, estaríamos ante un hito importante para el mejor conocimiento de los poblamientos en Canarias, dado que hasta el momento no existen referencias de yacimientos con este tipo de actividad relacionada con la obtención de la púrpura al sur de Lixus” (Larache, noroeste de Marruecos).
Según informa el Cabildo de Fuerteventura, entre el material hallado en los sondeos previos se encuentran distintos tipos de cerámica -no sólo la utilizada para el transporte de materiales, sino también vajilla (terra sigilatta) de uso cotidiano-, fragmentos metálicos, restos de fogones, restos de cabras, un conchero de gran tamaño, restos de lapas, etc.
Las primeras hipótesis indican la posibilidad de que esta factoría de la Isla de Lobos sirviera para recolectar la cañadilla (Murex sp.), un molusco gasterópodo marino del que se obtiene la púrpura, tinte muy apreciado entonces para teñir las togas y prendas de lujo de senadores y personajes de alta alcurnia. Un producto muy abundante en Canarias y que justificaría el nombre que los clásicos daban a sus islas, las Purpurarias.
Los tejidos teñidos de púrpura gozaron de gran popularidad en todo el mundo antiguo, desde los griegos y los fenicios hasta los romanos. Eran considerados objetos de lujo y signo de distinción social, hasta el punto de que el propio Estado controlaba su monopolio y se organizaban expediciones comerciales y militares en busca de los productos necesarios para su elaboración.
Existen evidencias indiscutibles que confirman en Canarias la presencia de poblaciones púnicas y romanas relacionadas con la explotación de estos y otros recursos naturales, que propició el desarrollo de rentables industrias de tinte de púrpura en la Antigüedad. Sin embargo, éste es el primer yacimiento descubierto y promete la obtención de una interesantísima información sobre él y las relaciones que mantuvieron estas gentes con las poblaciones aborígenes.
La isla de Lobos es un tesoro natural digno de conocer. Llegó a tener una importante colonia de focas monje (Monachus monachus) que los conquistadores europeos rápidamente extinguieron. También desapareció el alimoche y el águila pescadora, pero aún atesora toda clase de animales y plantas únicos. Ahora nos descubre una nueva riqueza inesperada: sus recursos arqueológicos.
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Si quieres saber más sobre este islote te recomiendo el artículo que escribí con el botánico Stephan Scholz en la revista Rincones del Atlántico. Ya verás qué interesante lugar.
Fuente: 20 minutos.es
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