En cuanto
al muchas veces nombrado accidente de la piscina que estuvo a punto de
dejarle paralítico con 18 años, explica que “fue otro momento muy difícil en mi
vida. Yo pertenecía al filial del Sao Paulo. En 2003 vi tres tarjetas amarillas
y me quedé fuera del siguiente partido. Entonces me fui a casa de mis padres a
pasar unos días. Me zambullí en una piscina, toqué con la cabeza el fondo y me
torcí el cuello. En ese momento me sentí muy dolorido, pero conseguí salir por
mí mismo. Me sentí algo mareado y me tumbé en el suelo. Me pasé la mano por la
cabeza. Estaba sangrando. Me llevaron al hospital y me hicieron todo tipo de
pruebas y radiografías, pero no tenía nada en la cabeza. Volví a Sao Paulo, me
entrené durante tres días, pero seguía sintiendo muchos dolores en el cuello.
En ese
momento tan complicado, explica Kaká, fue otra vez al médico, que le volvió a
examinar de manera más exhaustiva. Le dijo que fue un milagro que no quedara
paralítico. Tenía una vértebra fracturada. “La verdad es que tuve mucha
suerte”.
Sin
embargo, niega que esos acontecimientos fuesen la causa de su fe en Dios.
“No, ya era muy creyente antes de que pasase todo eso. No es cierto eso que
cuentan algunos de que me convertí a partir de ese suceso. Yo crecí en una
comunidad evangélica. Mis padres me enseñaron y educaron leyendo la Biblia.
Para mí Jesús es fundamental en mi vida. Es parte de mi vida diaria en cada
momento”.
Dice que
habla mucho con Dios, y que le responde. ¿Cómo? “Cuando pregunto él me
responde. Hace razonamientos muy personales y muy directos. Para todas las
cosas que hago pido consejo a Dios. Todo está encaminado de esa forma y yo creo
que si hoy estoy en el Madrid es por la voluntad de Dios”.
Información: http://cristianos.com/2009/08/kaka-reafirma-su-fe-cristiana/
y http://profesoradoreligion.blogspot.com/2011/03/la-fe-de-kaka.html
lunes, 12 de diciembre de 2011
LA FE DE KAKÁ
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario