lunes, 12 de diciembre de 2011

LA FE DE KAKÁ

En cuanto al muchas veces nombrado accidente de la piscina que estuvo a punto de dejarle paralítico con 18 años, explica que “fue otro momento muy difícil en mi vida. Yo pertenecía al filial del Sao Paulo. En 2003 vi tres tarjetas amarillas y me quedé fuera del siguiente partido. Entonces me fui a casa de mis padres a pasar unos días. Me zambullí en una piscina, toqué con la cabeza el fondo y me torcí el cuello. En ese momento me sentí muy dolorido, pero conseguí salir por mí mismo. Me sentí algo mareado y me tumbé en el suelo. Me pasé la mano por la cabeza. Estaba sangrando. Me llevaron al hospital y me hicieron todo tipo de pruebas y radiografías, pero no tenía nada en la cabeza. Volví a Sao Paulo, me entrené durante tres días, pero seguía sintiendo muchos dolores en el cuello.
En ese momento tan complicado, explica Kaká, fue otra vez al médico, que le volvió a examinar de manera más exhaustiva. Le dijo que fue un milagro que no quedara paralítico. Tenía una vértebra fracturada. “La verdad es que tuve mucha suerte”.
Sin embargo, niega que esos acontecimientos fuesen la causa de su fe en Dios. “No, ya era muy creyente antes de que pasase todo eso. No es cierto eso que cuentan algunos de que me convertí a partir de ese suceso. Yo crecí en una comunidad evangélica. Mis padres me enseñaron y educaron leyendo la Biblia. Para mí Jesús es fundamental en mi vida. Es parte de mi vida diaria en cada momento”.
Dice que habla mucho con Dios, y que le responde. ¿Cómo? “Cuando pregunto él me responde. Hace razonamientos muy personales y muy directos. Para todas las cosas que hago pido consejo a Dios. Todo está encaminado de esa forma y yo creo que si hoy estoy en el Madrid es por la voluntad de Dios”.
Información: http://cristianos.com/2009/08/kaka-reafirma-su-fe-cristiana/ y   http://profesoradoreligion.blogspot.com/2011/03/la-fe-de-kaka.html

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