La Casa
de la Iglesia (Las Palmas de G. G.) acoge una muestra sobre el arte religioso en las Islas.
Algunas de las joyas más fascinantes del arte canario han estado
fuertemente vinculadas con los principios de la religión cristiana. Para
demostrarlo, la Diócesis de Canarias inauguró anoche, en la nueva Casa de la
Iglesia, situada en la calle Doctor Chil, 17, la exposición Creo que recoge
obras de los principales autores de las islas relacionadas con esta declaración
de fe cristiana que resume las creencias de la comunidad religiosa.
La muestra,
que se inauguró con motivo del Año de la Fe y que está dedicada al obispo
Emérito de Roma Benedicto XVI, incluye, además de las salas dedicadas a las
distintas partes del Credo, tres capítulos sobre los cincuenta años del
Concilio Vaticano II, los veinte del Sinodo Diocesano, y los veinte de la
creación del Catecismo de la Iglesia católica.
La Casa de
la Iglesia, que fue la primera Universidad de Canarias y primer Seminario
Consular, se terminó de restaurar hace dos meses, y se empleará en el futuro
como el espacio de la diócesis para todo el trabajo pastoral de la Iglesia. Por
lo pronto dicha muestra, que supone una verdadera oportunidad para introducirse
de forma lúdica por lo mejor del arte de las islas, estará abierta al público
hasta el 29 de junio, y acerca el arte a un gran número de personas combinando
lo moderno con lo antiguo.
El delegado
diocesano de Patrimonio Histórico y director del Museo y Archivo Diocesano,
José Lavandera, y el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito
Cabrera, explicaron que todas las estancias, situadas en la planta baja y en el
primer piso del edifico, recogen los ocho párrafos del Credo.
El visitante
quedará gratamente sorprendido ya que, aparte de ser una verdadera antología
del arte del archipiélago desde el Siglo XIII hasta nuestros días, revela
nuevos datos sobre sus autores.
Así, y en la
primera estancia, el público descubre los únicos cuadros religiosas de tres
grandes autores de las islas con las obras La inmaculada de Jorge Oramas;
Virgen con niño de Felo Monzón y Jesús ante los doctores de la ley de Néstor
Martín de la Torre, una pintura de juventud del grancanario "que tiene
problemas con los pigmentos", señaló José Lavandera.
También
resulta singular descubrir cuatro cuadros de Jesús Arencibia de distintas
épocas y estilos como La cananea o El apóstol de Brasil. En la segunda sala
atrapa una Santa Cena realizada sobre tejido antiguo del Siglo XVIII de 15
kilos, una Verónica de Julio Viera, un Cristo resucitado de Luján Pérez y un
cuadro de Pepe Dámaso de 1958 donde se representa la anunciación, el
nacimiento, la resurrección y la piedad de Cristo.
Sin embargo,
la joya de la exposición se sitúa en la primera sala de la primera planta
dedicada al Siglo XVI con obras que nunca han sido expuestas y restauradas a
través de cuatro cuadros de Juan de Miranda de la Ermita de San Antonio Abad,
obras de Cristóbal Hernández de Quintana, una Ascensión del flamenco Peter Van
Lint y anónimos del Siglo de Oro.
La cuarta
sala, década al Siglo XXI, incluye cuadros realizados para esta exposición de
José Vicente con un enorme mural de colores sobre los sietes dones con jóvenes,
pero también hay dos esculturas antiguas muy importantes. Por un lado, hay un
San Pablo de piedra encontrado en una cueva de San Roque, con un estilo del
Siglo XIII o XIV, entre románico o gótico que puede ser una de las primeras
imágenes cristianas ya que "Gran Canaria fue la primera isla que profesó
esta fe", explicó Lavandera. Y por el otro, otra escultura de un Santo Franciscano
que se solía poner en la proa de los barcos y que debe tener la misma
antigüedad ya que estos fueron los primeros que llegaron a las Islas para
evangelizar.
Fuente: Alberto
García Saleh - http://www.laprovincia.es/sociedad/2013/04/13/tesoros-ocultos-credo/525517.html
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