El 24 de octubre celebramos la festividad de San Antonio Mª Claret.
Los templos y plazas se abarrotaban para escuchar predicar al P. Claret. Fue querido y admirado aunque también tuvo que soportar calumnias, persecuciones y atentados. Pese a ello no se arredró: siguió siempre predicando la Palabra de Dios sin aceptar dinero ni regalos a cambio. Misionero y predicador incansable, fundador, apóstol de la prensa, arzobispo, confesor, director de fundadores... y santo.
En 1950 el Papa Pío XII lo proclamó
SANTO con estas palabras: "San Antonio María Claret fue un
alma grande, nacida como para ensamblar contrastes: pudo ser humilde de origen
y glorioso a los ojos del mundo. Pequeño de cuerpo, pero de espíritu gigante.
De apariencia modesta, pero capacísimo
de imponer respeto incluso a los grandes de la tierra. Fuerte de carácter, pero
con la suave dulzura de quien conoce el freno de la austeridad y de la
penitencia. Siempre en la presencia de Dios, aún en medio de su prodigiosa
actividad exterior. Calumniado y admirado, festejado y perseguido. Y, entre
tantas maravillas, como una luz suave que todo lo ilumina, brilla su devoción a
la Madre de Dios".
Los templos y plazas se abarrotaban para escuchar predicar al P. Claret. Fue querido y admirado aunque también tuvo que soportar calumnias, persecuciones y atentados. Pese a ello no se arredró: siguió siempre predicando la Palabra de Dios sin aceptar dinero ni regalos a cambio. Misionero y predicador incansable, fundador, apóstol de la prensa, arzobispo, confesor, director de fundadores... y santo.
En 1950 el Papa Pío XII lo proclamó
SANTO con estas palabras: "San Antonio María Claret fue un
alma grande, nacida como para ensamblar contrastes: pudo ser humilde de origen
y glorioso a los ojos del mundo. Pequeño de cuerpo, pero de espíritu gigante.
De apariencia modesta, pero capacísimo
de imponer respeto incluso a los grandes de la tierra. Fuerte de carácter, pero
con la suave dulzura de quien conoce el freno de la austeridad y de la
penitencia. Siempre en la presencia de Dios, aún en medio de su prodigiosa
actividad exterior. Calumniado y admirado, festejado y perseguido. Y, entre
tantas maravillas, como una luz suave que todo lo ilumina, brilla su devoción a
la Madre de Dios".
Es Copatrono de la Diócesis de Canarias junto con la Virgen del Pino. Recorrió la abrupta geografía Gran Canaria predicando: Telde, Arucas, Gáldar, Guia, Firgas, Teror, Agüimes... incluso Lanzarote.
Los isleños despidieron al "padrito" con lágrimas y él en carta al obispo de Vic decía:
"Estos canarios me tienen robado el corazón... Será para mí muy sensible el día en que los tendré que dejar para ir a misionar a otros lugares, según mi ministerios”
"Estos canarios me tienen robado el corazón... Será para mí muy sensible el día en que los tendré que dejar para ir a misionar a otros lugares, según mi ministerios”
En sus escritos nos cuenta sus dos amores: Cristo-Eucaristía y la devoción a la Virgen María. Lo cuenta así:
Felicidades a los Misioneros del Corazón de María, a las Claretianas...
- "Nos apremia el amor de Cristo" (de los escritos de Claret)
- "Camino recto y seguro para llegar al Cielo" (escrito de Claret- DESCARGA)
- AUTOBIOGRAFÍA (escrito de Claret-DESCARGA)
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